martes, 27 de marzo de 2012

A una madre

Madre, no hay más que una, dicen. Tienen toda la razón del mundo.

En mi caso la que me crió fue la misma mujer que me dio la vida, para otros será quien les ha acompañado a los largo del camino recorrido en este mundo, ya sea un familiar como una abuela o una tía, una prima o una hermana quizás, o puede que quien los adoptase, permitiéndole ser feliz con una segunda oportunidad.

En cualquier caso, madre es ese ser calentito y esponjoso, emotivo y afectuoso que está ahí en las buenas y en las malas, para apoyarte y ayudarte cueste lo que cueste.

Mi madre ha sabido guiarme por el buen camino toda mi vida y sé que sin sus consejos y, en ocasiones, sus imposiciones, hoy no estaría donde estoy.

A un amigo, que cada vez que su madre viene a visitarle deja todo lo que está haciendo y le dedica su tiempo entero, un día le dije que le admiraba y su respuesta siempre la recordaré: Es que mami, es mami.

Y es que es verdad que una madre es insustituible: su amor, su cariño, su devoción... son únicos. Es la primera y la última persona que estará a tu lado en todo momento, que procurará siempre tu salud, bienestar y felicidad.

Es muchas personas en una sola. Amiga, madre, compañera, confidente...

Desde la respuesta de mi amigo, en mi día a día es la primera. Por la suerte que tengo de tenerla a mi lado, por la suerte que tengo de poder contar con ella y por la suerte que tengo de que sea mi mamá.

Te quiero.

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