Tras acudir a un curso de relajación impartido por un centro de salud cercano, me he dado cuenta de la importancia de un buen estiramiento de los músculos de nuestro cuerpo.
Quizá tendemos a relacionar este tipo de actividad con el deporte, pues bien sabido es que antes de un duro entrenamiento lo mejor es estirar para no hacernos daño. Pero esa no es la única función que tiene.
Verán, como he dicho en una entrada anterior, cuando nos estresamos nuestros hombros tienden a subir y nuestros músculos a engarrotarse. Una vez aprendido a cómo llevar los hombros para evitar que la tensión vaya más allá, deberemos aprender a que no se extienda al resto del cuerpo.
Soltemos el estrés, ¿cómo? con unos minutos diarios de estiramientos. Valen los mismos que hacemos antes del inicio de cualquier deporte, siempre y cuando estiremos desde los pies a las manos, pasando por todos los músculos de nuestro cuerpo, incluso los de la cara.
El relax es instantáneo. ¿No me crees? Pruébalo.
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