domingo, 5 de febrero de 2012

Humildad ante todo

Aristóteles dijo que "la virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto".

Quererse y apreciarse a uno mismo es la virtud. Pero en algunas personas se da un exceso de orgullo propio y aparece la vanidad. El caso es que en la humildad está la clave del triunfador.

En la antigua Roma, cuando se celebraba una victoria se organizaba una ceremonia para el vencedor, un desfile militar en el que participaba el triunfador. Durante todo el recorrido lo acompañaba un esclavo, que sosteniendo los laureles de la victoria sobre su cabeza le recordaba constantemente "mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre".

Con esta anécdota te invito a descubrir que cada uno de nosotros sólo es una gotita de agua dentro de un gran océano de personas. Y que tras todos los triunfos que obtengas en la vida, siempre has de miras atrás y recordar que sólo eres un ser humano.

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