lunes, 2 de enero de 2012

¿Dónde está la felicidad?

De lo primero que me di cuenta, gracias a unos buenos amigos, es que el principal motivo de nuestra desdicha es que no sabemos encontrar la felicidad. Es algo difícil, lo sé, pero no imposible.


¿Cuándo nos sentimos felices? Cuando tenemos una buena pareja, buenos amigos que llenan de emoción nuestros momentos juntos, salud en la familia y en nosotros mismos. Y no sólo en esos casos, sino también ponemos nuestra felicidad en manos de un hecho concreto o alguna cosa. El tener una buena casa, dinero, un buen coche, encontrar un trabajo, ascender en el mismo, aprobar un examen. Resumiendo, somos felices cuando alcanzamos lo que queremos alcanzar. Eso está bien, pero ¿y si no lo alcanzamos? Llega la desilusión y con ella la frustración y la tristeza.


¿Por qué ocurre esto? Porque la felicidad, amigos míos, no está en todo eso. Las personas, hechos y cosas pueden aportarnos un momento de alegría, pero es sólo eso.

Como dijo Henry Van Dyke: “La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”.


Así pues, la felicidad proviene de nosotros mismos, una vez aprendido esto ¡no se debe olvidar jamás!.

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