¿Sabes? Como dijo Henry Fonda: “Todos encontrarían su vida mucho más interesante, si dejaran de comprarla con la vida de los demás”. Y es que eso, al fin y al cabo, es un cotilleo: una comparación absurda en la que demuestras tu envidia e inferioridad.
De un tiempo a esta parte, cada vez que pretenden contarme un cotilleo recurro a la fábula de los tres coladores:
Visiblemente excitado vino alguien un día corriendo hasta el sabio Sócrates:
- Escucha, Sócrates, tengo que contarte cómo tú amigo...
- ¡Calla un instante!, - le interrumpió Sócrates -. ¿Has pasado por los tres coladores lo que me vas a contar?"
- ¿Tres coladores? - preguntó el otro sorprendido.
- Sí, tres coladores. El primer colador es la verdad ¿Has examinado bien todo lo que me vas a decir y has comprobado que todo es verdad?
- No, yo sólo he oído contarlo.
- Ah, con que sólo has oído contarlo. Pero seguramente que lo habrás pasado por el segundo colador: Es el bien. Eso que me vas a contar, ya que no estás seguro de que sea verdad, por lo menos ¿estás seguro de que me hará bien?; ¿Crees que es bueno que yo lo oiga?
- Precisamente bueno, no, más bien lo contrario. - Respondió el otro
El sabio tomó de nuevo la palabra, y le dijo:
- Echemos ahora manos del tercer colador: La necesidad, y preguntémonos si es necesario que me cuentes eso que, tanto te ha excitado.
A lo que el hombre respondió:
- Tampoco es que sea necesario.
Y con una sonrisa en el rostro, el sabio concluyó:
- Pues si lo que me vas a decir no es verdad, ni es bueno, ni tampoco es necesario, entonces entiérralo en el olvido y no te cargues con eso ni me cargues a mí tampoco.