"La vio. De pie entre la maleza de la ciudad. La vio y se enamoró. Se enamoraron.
En seguida el mundo de ella se hizo el de él. Su rostro, su voz, su cuerpo. Toda ella resplandecía con el fulgor de veinte soles, treinta estrellas y cuarenta mil constelaciones.
Sus vidas se unieron con un sí quiero y comenzaron a vivir sus sueños. Se amaban locamente, por eso fue tan extraño, aunque no para él.
El primer golpe fue de improviso, aunque ella se lo merecía. No tenía porque ser tan bella y, sin embargo, lo era.
Contó un segundo, un tercero y no contó más. Los merecía todos, sin duda.
No sabía que existían en el mundo razones para ser feliz y que él las estaba extinguiendo. No sabía cuanto duraría la vida, ni que la muerte vendría de su mano, pero lo amaba y no veía razón para no morir a su lado."
Desgraciadamente así piensa una persona que sufre maltratos. No lo permitas y a los primeros signos actúa. Di NO a la violencia de género.
Sus vidas se unieron con un sí quiero y comenzaron a vivir sus sueños. Se amaban locamente, por eso fue tan extraño, aunque no para él.
El primer golpe fue de improviso, aunque ella se lo merecía. No tenía porque ser tan bella y, sin embargo, lo era.
Contó un segundo, un tercero y no contó más. Los merecía todos, sin duda.
No sabía que existían en el mundo razones para ser feliz y que él las estaba extinguiendo. No sabía cuanto duraría la vida, ni que la muerte vendría de su mano, pero lo amaba y no veía razón para no morir a su lado."
Desgraciadamente así piensa una persona que sufre maltratos. No lo permitas y a los primeros signos actúa. Di NO a la violencia de género.
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