domingo, 14 de abril de 2013

Descubriendo lo mejor de uno mismo

El maestro llevó al discípulo a las proximidades de un lago.


- Hoy voy a enseñarte qué significa verdadera devoción - dijo.


Le pidió al discípulo que entrase con él en el lago y, sujetándole la cabeza, se la empujó bajo el agua.
Transcurrió todo un minuto y, a mitad del segundo, el muchacho comenzó a debatirse con todas sus fuerzas para librarse de la mano del maestro y poder volver a la superficie.


Al final del segundo minuto, el maestro lo soltó. El muchacho, con el corazón acelerado, consiguió erguirse, jadeante.


- ¡Usted ha querido matarme! - gritaba.


El maestro esperó a que se calmara, y dijo:
- Si hubiera querido matarte, lo habría hecho. Sólo quería preguntarte qué sentías mientras estabas bajo el agua.
- ¡Yo sentía que me moría! ¡Todo lo que deseaba en esta vida era respirar un poco de aire! 
- Se trata de eso exactamente. La verdadera devoción sólo aparece cuando tenemos un único deseo y llegaremos a morir si no conseguimos realizarlo.


- Paulo Coelho - 

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